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Estrés y Visión: Cómo el Estrés Puede Afectar tus Ojos

El estrés es una respuesta fisiológica necesaria para la supervivencia, que puede ser beneficiosa en ciertas situaciones. Sin embargo, cuando esta respuesta se mantiene en el tiempo o se presenta con frecuencia excesiva, puede generar una sobrecarga de tensión que afecta negativamente al organismo. El estrés crónico puede manifestarse a través de síntomas como:

  • Dolores de cabeza
  • Malestar estomacal
  • Problemas gastrointestinales como diarrea o estreñimiento
  • Cambios en el comportamiento e irritabilidad
  • Ansiedad
  • Depresión
  • Taquicardia
  • Dificultades para conciliar el sueño (insomnio)
  • Fatiga prolongada
  • Pérdida de cabello (alopecia)
  • Erupciones cutáneas

Es importante reconocer estos síntomas como señales de estrés crónico y tomar medidas para gestionar adecuadamente la tensión y el bienestar emocional.

 

El estrés visual afecta principalmente a las siguientes personas:

  • Aquellas que trabajan largas horas, especialmente frente a pantallas de computadora u otros dispositivos electrónicos.
  • Individuos que se encuentran en entornos con iluminación deficiente.
  • Personas que no utilizan gafas o que las utilizan de manera incorrecta.

Estas condiciones aumentan la probabilidad de sufrir estrés visual y sus síntomas asociados, como fatiga ocular, visión borrosa y sequedad ocular. Por lo tanto, es esencial que aquellos que se encuentren en estas categorías tomen medidas para prevenir y aliviar el estrés visual, como realizar pausas regulares durante el trabajo en pantalla, ajustar la iluminación ambiental y utilizar gafas de corrección de manera adecuada.

¿Cuáles son los síntomas que permiten identificar el estrés visual?

El estrés visual puede generar:

  • Blefaritis

La blefaritis es una de las afecciones oculares más comunes relacionadas con el estrés. Se trata de una inflamación que afecta a los párpados, en particular al borde palpebral y sus glándulas sebáceas. Estas glándulas, en circunstancias normales, producen secreciones que lubrican la superficie de los párpados y el ojo, previniendo la evaporación de la lágrima.

En el caso de la blefaritis, estas secreciones grasas se ven alteradas en términos de calidad y cantidad, lo que resulta en su adhesión a los párpados y su acumulación entre las pestañas. Además, estas secreciones se convierten en ácidos grasos que causan irritación e inflamación en el borde palpebral, generando síntomas como picazón, enrojecimiento, ardor e incluso visión borrosa. Como consecuencia de la blefaritis, también pueden aparecer orzuelos y chalaziones relacionados con el estrés.

 

  • Ojo seco

La enfermedad de ojo seco es una de las principales razones por las que las personas acuden a los centros oftalmológicos. En realidad, el 48% de los adultos jóvenes experimenta esta afección en algún momento de sus vidas.

Este problema se origina debido a una falta crónica de lubricación y humectación en la superficie ocular, y puede ser resultado de diversas causas, siendo el estrés una de las más prominentes en la actualidad. Los síntomas comunes de la enfermedad de ojo seco incluyen ojos enrojecidos, pesadez en los párpados, visión borrosa y sequedad ocular.

 

  • Tics oculares (o mioquimias)

Los tics palpebrales son movimientos diminutos o vibraciones en los párpados, causados por la contracción involuntaria de los músculos palpebrales. A pesar de ser imperceptibles para los demás, resultan molestos para quienes los experimentan.

Estos temblores o espasmos de corta duración pueden persistir durante días o semanas, especialmente en situaciones de alto estrés, fatiga, ansiedad o falta de sueño, entre otras circunstancias. En su mayoría, son inofensivos, pero cuando se vuelven frecuentes, pueden causar una considerable incomodidad en el individuo afectado.

  • Coidopatía serosa central

Esta afección está entre las más graves que pueden estar relacionadas con el estrés. Se caracteriza por la acumulación de líquido entre la retina y la coroides, lo que afecta la mácula y da lugar a la aparición de una mancha oscura que interfiere con el centro del campo visual, ocasionando problemas en la visión.

La acumulación de líquido es el resultado de un incremento en la permeabilidad de los vasos sanguíneos oculares, el cual se asocia a menudo con desequilibrios hormonales relacionados con el cortisol. Esta afección puede afectar a un solo ojo o a ambos.

Aunque los síntomas pueden mejorar al reducir el estrés y aumentar las horas de sueño, es de vital importancia buscar atención especializada ante cualquier síntoma similar. Si no se trata a tiempo, esta afección podría llevar a una pérdida permanente de la visión.

 

  • Fatiga ocular o astenopía

Esta es otra afección que se presenta con frecuencia en pacientes con niveles elevados de estrés o aquellos que pasan largas horas frente a pantallas, como teléfonos móviles, ordenadores, tablets y televisores. Los síntomas comunes incluyen dificultad para enfocar, visión borrosa, escozor, dolores de cabeza y otros malestares. Estos síntomas a menudo mejoran al tomar descansos o al realizar una breve siesta. No obstante, es esencial buscar la opinión de especialistas, ya que estos síntomas no son exclusivos de la fatiga ocular y podrían estar relacionados con otras afecciones visuales.

 

  • Amaurosis fugax

Es la denominación de una pérdida súbita y pasajera de la visión que también puede estar relacionada con el estrés prolongado. A menudo se presenta en forma de episodios transitorios, pero es crucial tener en cuenta que puede indicar problemas médicos más graves. En casos de amaurosis fugax, se produce una disminución temporal del flujo sanguíneo hacia la retina debido a episodios de contracción vascular o espasmos de los vasos sanguíneos que suministran sangre a esta estructura. Ante la aparición de estos síntomas, es esencial buscar atención oftalmológica.

Para prevenir el estrés visual, es importante seguir estos consejos:

  1. Realiza pausas regulares si trabajas en un ordenador o miras pantallas para descansar tus ojos.
  2. Mantén una distancia adecuada de la pantalla para reducir la tensión ocular. Se recomienda que el monitor esté ubicado aproximadamente a 10 cm por debajo del nivel de tus ojos.
  3. Utiliza iluminación indirecta al trabajar con pantallas para evitar la fatiga visual.
  4. Realiza ejercicios visuales para relajar tus ojos, como mirar objetos distantes para aliviar la tensión ocular y practicar ejercicios de parpadeo para mantener tus ojos bien hidratados.
  5. Mantén una buena higiene ocular y de los párpados para garantizar ojos sanos.
  6. Después de usar pantallas, dedica tiempo a actividades al aire libre para ejercitar tu visión de lejos.
  7. Mantén hábitos de sueño saludables y sigue una dieta equilibrada para ayudar a prevenir el estrés visual.

 

¿Cómo podemos evitar el estrés visual?

Para evitar el estrés visual, existen varias recomendaciones útiles:

  • Realiza Pausas Regulares: Si trabajas frente a una computadora o una pantalla con regularidad, es aconsejable tomar pequeñas pausas periódicas para descansar la vista.
  • Mantén la Distancia Adecuada: Cuando estás frente a una pantalla, asegúrate de mantener una distancia apropiada para no forzar tus ojos. Se recomienda que la pantalla de la computadora esté ubicada aproximadamente 10 cm por debajo de tu línea de visión.
  • Utiliza Luz Indirecta: Al usar pantallas, es preferible optar por una iluminación indirecta en lugar de una luz directa y brillante. Esto ayudará a reducir la tensión en tus ojos.
  • Ejercicios de Relajación Visual: Prueba ejercicios como mirar hacia el horizonte durante unos minutos para relajar la acomodación ocular. También, realiza ejercicios de parpadeo para mantener los ojos bien hidratados.
  • Hidratación y Higiene Ocular: Mantén tus ojos hidratados usando lágrimas artificiales cuando sea necesario. Además, asegúrate de mantener una buena higiene de los ojos y los párpados.
  • Actividades al Aire Libre: Tras el uso prolongado de pantallas, es beneficioso realizar actividades al aire libre para ejercitar la visión a distancias más lejanas.
  • Hábitos de Vida Saludable: Dormir lo suficiente por la noche y mantener una dieta equilibrada rica en nutrientes que promuevan la salud ocular es fundamental para prevenir el estrés visual.