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¿Cómo Detectar y Prevenir Problemas de Visión en Niños?

La preservación de problemas de visión en niños es un aspecto fundamental en su crecimiento y desarrollo. Las evaluaciones regulares de los más pequeños son imprescindibles para prevenir diversos problemas visuales y enfermedades oculares que podrían impactar su desempeño escolar. Incluso en las etapas iniciales de su vida, es factible detectar a tiempo cualquier complicación visual que pueda surgir. Siguiendo algunos pasos simples, es posible identificar posibles dificultades en la capacidad visual de tu hijo y, en consecuencia, buscar atención oftalmológica sin demora.

Sin embargo, como padre o madre, tienes la responsabilidad de mantener un estado de alerta ante cualquier indicio. ¿Tu hijo se queja de molestias frecuentes? ¿Experimenta dificultades para realizar tareas sencillas? A pesar de que estos síntomas puedan parecer generales y relacionarse con diversas afecciones, este artículo te ayudará a diferenciar cuándo se trata verdaderamente de problemas visuales y te proporcionará pautas para abordarlos a tiempo.

Mi hijo es un bebé, ¿Tiene problemas visuales?

Identificar problemas visuales en bebés puede ser un desafío, pero es crucial estar alerta a ciertos síntomas específicos en cada etapa de su crecimiento. Cuando se trata de bebés, presta atención a lo siguiente:

  • No sigue la cara de su madre con los ojos.
  • Realiza movimientos oculares inusuales.
  • Muestra hipersensibilidad a la luz.
  • Presenta desalineación en la mirada.
  • Uno o ambos párpados pueden estar caídos.
  • Frecuentemente, se frota los ojos.
  • Las pupilas parecen opacas o desiguales.

Estos signos pueden indicar posibles problemas visuales en bebés, y es fundamental consultar a un especialista si observas alguno de estos síntomas para un diagnóstico y tratamiento adecuados.

 

Mi hijo ya ha crecido ¿Cómo saber si tiene problemas visuales?

Es importante estar atento a señales adicionales que podrían indicar problemas visuales. Estos síntomas pueden incluir:

  • Tropiezos frecuentes.
  • Desviación de uno o ambos ojos.
  • Acercarse demasiado al televisor.
  • Entrecerrar los ojos para ver con claridad.
  • Quejas frecuentes de dolores de cabeza.
  • Un acercamiento excesivo al papel, al leer o escribir.
  • Dificultades para leer.
  • Fatiga al escribir.
  • Confusión frecuente de letras y palabras.

Estos signos pueden ser indicativos de problemas visuales en niños, y es fundamental consultar a un especialista para un diagnóstico y tratamiento apropiados si notas alguno de estos síntomas.

Problemas de visión comunes en la infancia

Ojo vago

La ambliopía, conocida como ojo vago, afecta a aproximadamente un 2-5% de la población infantil y se encuentra entre las principales causas de pérdida de visión en países desarrollados. Es crucial mantener la vigilancia, especialmente si el niño es prematuro o si existen antecedentes familiares de ojo vago, problemas de refracción o trastornos de retina. El diagnóstico temprano es fundamental. Aunque suele ser asintomática, algunos indicios que podrían manifestarse incluyen:

  • Dolores de cabeza o molestias cervicales.
  • Dificultades al leer, como omitir palabras o confusiones entre letras.

 

Problemas de alineación ocular en niños

Estrabismo

El estrabismo afecta a aproximadamente un 3% a un 6% de la población infantil. Es crucial realizar un diagnóstico temprano, ya que una de las causas que puede desencadenarlo es la ambliopía, que en niños puede tratarse con éxito, mientras que en adultos no es corregible.

Algunos de los signos que podrían indicar estrabismo incluyen:

  • Alineación deficiente de los ojos.
  • Incapacidad de los ojos para enfocar simultáneamente en la misma dirección.
  • Inclinación de la cabeza hacia un lado al mirar objetos específicos.
  • Parpadeo frecuente o frotamiento de los ojos.
  • Tendencia del niño a torcer o cerrar un ojo para enfocar.

 

Problemas de visión relacionados con la refracción

Los defectos de refracción, como el astigmatismo, la miopía y la hipermetropía, afectan a aproximadamente el 20% de los niños.

 

MIOPÍA

La miopía, también conocida como “visión corta” o “nearsightedness”, es un defecto visual que se caracteriza por la capacidad de ver objetos cercanos con claridad, pero tener dificultades para enfocar objetos situados a una distancia más lejana. En las personas con miopía, la luz que entra en el ojo se enfoca antes de llegar a la retina, lo que resulta en una imagen borrosa de objetos distantes. Esta afección suele corregirse mediante el uso de gafas, lentes de contacto o, en algunos casos, mediante cirugía refractiva.

Síntomas comunes de miopía

La miopía tiende a manifestarse alrededor de los 6 años y puede estar acompañada de los siguientes síntomas:

  • Entornar los ojos al intentar enfocar objetos a larga distancia.
  • Dificultad para reconocer personas a cierta distancia.
  • Preferencia por actividades que requieren visión cercana.
  • Tendencia a acercarse a los objetos para verlos o leer.
  • Observación de la televisión o el ordenador a una distancia muy cercana.
  • Entrecerrar los ojos para enfocar.

 

HIPERMETROPÍA

La hipermetropía suele ser común desde el nacimiento en la mayoría de los niños, pero tiende a disminuir a medida que el ojo se desarrolla. No obstante, en algunos casos, puede persistir a lo largo de la vida. Cuando la hipermetropía es significativa y no se corrige, puede dar lugar a problemas como la ambliopía o el estrabismo.

Los posibles signos de hipermetropía abarcan:

  • Experimentar dolores de cabeza al realizar tareas que requieren visión cercana.
  • Fatiga ocular después de actividades de este tipo.
  • Enrojecimiento ocular.
  • Inclinación de la cabeza hacia atrás.
  • Entrecerrar los ojos para enfocar.
  • Posible desarrollo de estrabismo.

Existen otras señales de problemas de visión que los padres y cuidadores deben estar atentos, como el bajo rendimiento escolar, la falta de atención y concentración, la presencia de manchas blanquecinas en la zona de la pupila, sensibilidad a la luz, enrojecimiento ocular, posturas poco naturales de la cabeza al enfocar, y dificultad para distinguir los colores. Ante cualquiera de estos síntomas, es fundamental programar una consulta con un oftalmólogo para llevar a cabo una evaluación oftalmológica completa. Además, es importante recordar que todos los niños deberían someterse a una revisión oftalmológica alrededor de los 3 años de edad para detectar posibles defectos visuales.