
Cómo influye el estrabismo en la autoestima y la calidad de vida
agosto 10, 2025En el Hospital Santa Lucía recibimos con frecuencia a pacientes que llegan muy preocupados después de escuchar un diagnóstico de glaucoma. La primera reacción suele ser miedo, porque muchos asocian la enfermedad directamente con la pérdida de visión irreversible o con la necesidad inmediata de cirugía.
Queremos transmitirle tranquilidad. Aunque la cirugía es, en algunos casos, la mejor opción para controlar el glaucoma, existen tratamientos que pueden ayudar a manejar la enfermedad antes de llegar a ese punto. Y entenderlos es clave para que usted pueda tomar decisiones informadas sobre su salud visual.
¿Qué es el glaucoma y por qué requiere tratamiento?
El glaucoma es una enfermedad que daña progresivamente el nervio óptico, generalmente asociada con un aumento en la presión intraocular (la presión dentro del ojo). Lo más complicado es que, en sus primeras etapas, no suele dar síntomas claros. Por eso se le llama “el ladrón silencioso de la visión”.
El objetivo principal de cualquier tratamiento es controlar esa presión intraocular y frenar el daño al nervio óptico.
Tratamientos más comunes antes de la cirugía
1. Gotas oftálmicas (tratamiento de primera línea)
Las gotas son el tratamiento más utilizado en las etapas iniciales del glaucoma. Existen diferentes tipos:
- Prostaglandinas: ayudan a drenar el líquido del ojo.
- Betabloqueadores: disminuyen la producción de líquido intraocular.
- Inhibidores de la anhidrasa carbónica y agonistas alfa: otras opciones que también regulan la presión.
El éxito depende de la constancia. Muchos pacientes notan mejoría en los controles cuando siguen el tratamiento al pie de la letra, pero los resultados se pierden si lo interrumpen.
- Medicamentos orales
En casos donde las gotas no son suficientes, los especialistas pueden recetar pastillas que ayudan a reducir la presión ocular. No son un tratamiento a largo plazo, pero pueden ser útiles en momentos específicos para estabilizar al paciente.
- Tratamientos con láser
Hoy en día, el láser se utiliza como una alternativa menos invasiva antes de considerar una cirugía tradicional. Algunos ejemplos son:
- Trabeculoplastia láser selectiva (SLT): mejora el drenaje del líquido dentro del ojo.
- Iridotomía láser: indicada en ciertos tipos de glaucoma, crea un pequeño orificio en el iris para facilitar el flujo del líquido ocular.
Son procedimientos rápidos y seguros que, en muchos pacientes, ayudan a retrasar la necesidad de cirugía.
La importancia del control y el seguimiento
Es importante recalcar algo: el glaucoma no se cura, pero sí se controla.
Los tratamientos médicos y con láser pueden mantener la presión ocular en niveles adecuados durante mucho tiempo, siempre que el paciente acuda a sus revisiones periódicas.
En nuestras consultas vemos un patrón claro: quienes siguen el tratamiento indicado y no abandonan sus controles, mantienen una buena calidad de vida por muchos años.

¿Cuándo se recomienda la cirugía?
La cirugía se indica cuando los tratamientos anteriores ya no logran controlar la presión ocular de forma adecuada, o cuando el nervio óptico muestra un avance preocupante.
En ese momento, la opción más efectiva es la cirugía de glaucoma, que permite crear nuevas vías de drenaje para proteger la visión.
Un mensaje final para nuestros pacientes
Si le han diagnosticado glaucoma, no lo vea como una sentencia inmediata de cirugía o pérdida de visión. Hoy existen varias alternativas de tratamiento que ayudan a retrasar el avance y a cuidar su salud visual.
En el Hospital Santa Lucía contamos con especialistas en glaucoma y la tecnología necesaria para diagnosticar, dar seguimiento y ofrecerle el mejor tratamiento en cada etapa de la enfermedad.
Recuerde: el cuidado más poderoso siempre es el diagnóstico temprano y la constancia en el tratamiento. Su visión merece esa atención.